jueves, 6 de octubre de 2011

Energia verde para un planeta azul

En esta lectura se plantea cronológicamente, cómo el hombre ha utilizado las diferentes fuentes de energía (somáticas) para satisfacer sus necesidades fisiológicas, y grandes cantidades de kilocalorías de energía (exosomática) para desarrollar y mantener funciones sociales, en segunda instancia, ajenas a nuestros metabolismos biológicos.
1.    La primer fuente de energía que utilizaron nuestros ancestros fue el fugo, el cual les permitió pasar de ser comida a convertirse en una especia depredadora de recursos. Esta fuente de energía les permitió expandir su descendencia y poblar regiones inhóspitas, sin embargo el fuego fue utilizado durante miles de años como un elemento cotidiano, no como una verdadera fuente de energía exosomática. Hasta que el científico James Watt reinvento una máquina de vapor, diseñada por Newcomen [1], todo cambió. La primera revolución industrial aparecería, y con ella una serie de extracción de recursos naturales que no ha cesado hasta nuestros días.

 Lo que sí ha cambiado es el combustible que alimenta nuestro metabolismo social.

2.    El carbón. Motor de fábricas, forjador de hierros y aceros, y con ello la proliferación de grandes chimeneas industriales. Convirtiéndose en el principal combustible durante el siglo XIX.

3.    El siguiente combustible que apareció el cual iba a cambiar el panorama energético de nuestro planeta, desde que un general llamado Drake perforó en Pennsylvania el primer pozo petrolífero [1], fue el oro negro y con él, además, la producción de guerras mundiales, petro-preventivas y la sociedad del consumo. El resultado: hoy gastamos y dilapidamos más energía exosomática que nunca. Una situación insostenible para nuestro planeta.

Y… ¿De dónde procede toda esta energía?, ¿Cómo se formaron todos estos combustibles?

Todo indica que del sol, el cual ha estado provisto de energía a nuestro planeta desde hace millones de años sin modificación alguna.

Aunque hemos aprendido a utilizar algunas fuentes de energía renovable: hidráulica, eólica, solar; es necesario aumentar su uso para cambiar el petróleo como el principal combustible de la energía exosomática que consumimos.

Considero que estamos en un tiempo oportuno para realizar este cambio, hoy que las reservas de nuestro oro negro han llegado a su máxima producción, pues en adelante, su producción y comercialización será cada vez más costosa y de esta manera contaríamos con reservas, para producir bienes y productos que no es posible desarrollar con otro tipo de materia prima. De esta manera aseguraríamos que algunas generaciones futuras puedan contar con este valioso recurso que nuestro planeta aún conserva, antes de que sea demasiado tarde y posiblemente el hombre no vuelva a contar con él, debido a los grandes plazos de tiempo que son necesarios completar para su desarrollo.

Es necesario cambiar nuestros hábitos de consumo de energía exosomática. Podríamos aprender de los ciclos naturales con los que se rige nuestro planeta, utilizando al sol, como fuente directa de energía, podríamos ahorrar grandes cantidades de este hidrocarburo y reduciríamos considerablemente la contaminación de nuestro planeta. Sin embargo, para que se llegue a estos acuerdos a nivel global, deberá anteponerse el bienestar colectivo al bienestar de algunos cuantos, quienes manejan el negocio petrolero y por ende, al mundo. Pero el fomentar una conciencia en la población ayudaría a que se cree una especie de presión hacia este cambio urgente para nuestra conservación como especie dentro de nuestro planeta azul.



Saludos cordiales...

Jorge Iván Sánchez Sánchez

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